Cuando entramos en la verdadera dimensión de la fe, nos convertimos en hombres y mujeres de grandes conquistas, el Señor nos brinda la capacidad de comprender el verdadero significado de la expresión: “Nada es imposible para Dios”.
La palabra nos habla e diversos relatos acerca de personas que aun en medio de las circunstancias, se atrevieron a creerle a Dios y llegaron a conquistar lo que humanamente era imposible.
Dios nos formó para que fuésemos grandes conquistadores y para esto nos doto de capacidades especiales, que orientadas por Él, nos ayudara alcanzar nuestras metas; pero desafortunadamente en nuestra mente y corazón levantamos argumentos y obstáculos, que son como grandes montañas, dando origen al “No puedo”.